Crema Hidratante Casera con Leche y Miel – Receta Europea Tradicional

Leche y Miel: Una Hidratación Natural con Historia Ancestral

Desde los baños de Cleopatra hasta las mascarillas campestres europeas, la combinación de leche y miel ha sido sinónimo de suavidad y regeneración para la piel. Esta receta transforma esa mezcla clásica en una crema hidratante diaria, perfecta para pieles secas, apagadas o sensibles.

Origen tradicional: Europa rural y Egipto antiguo

En la Europa preindustrial, las mujeres preparaban cremas y ungüentos con ingredientes accesibles: leche fresca, miel de colmena y a veces yema de huevo. Esta mezcla se usaba para nutrir el rostro, prevenir arrugas y suavizar la piel tras el sol o el frío.

Beneficios de los ingredientes

• Leche: rica en ácido láctico y proteínas, suaviza y exfolia ligeramente.

• Miel: humectante natural, antibacteriana, nutritiva.

• Aceite de almendras (opcional): añade elasticidad y suavidad.

• Cera de abeja: emulsiona y conserva.

Receta paso a paso

Ingredientes:

• 1 cucharada de leche entera (preferiblemente fresca o ecológica)

• 1 cucharadita de miel cruda

• 1 cucharadita de aceite de almendras dulces

• 1 g de cera de abeja rallada

Preparación:

1. Calienta la leche y la miel a baño maría (no hervir).

2. En otro recipiente, funde la cera con el aceite.

3. Une ambas fases batiendo suavemente hasta integrar.

4. Deja enfriar y guarda en frasco esterilizado.

Modo de uso

• Aplica una pequeña cantidad en el rostro limpio cada mañana.

• Se absorbe mejor sobre piel ligeramente húmeda.

• Ideal como base de maquillaje natural.

Conservación

• Dura 3 a 5 días en nevera (versión fresca sin conservantes).

• Si se añade conservante natural (como extracto de semilla de pomelo): hasta 1 mes refrigerada.

Advertencias

• No apta para pieles grasas o intolerantes a la lactosa.

• Usar leche vegetal solo si no tienes piel acneica.

Tip extra

Haz un lote pequeño cada semana y aprovecha el resto como crema de manos nutritiva.